La mirada enriquece lo mirado. La palabra enriquece nuestros sueños. Sabiendo soñar seremos los dueños de nuestro destino, antes ya soñado. La palabra nos regala la mano que alcanza a los otros, aunque estén lejos. La palabra es camino y es espejo. SOMOS PALABRA.
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MARIO GÓMEZ (CHILE) |