En 1855 el
jefe indio Noah Sealth pronunció un discurso dirigido al hombre blanco, en el
que expresó la filosofía de la vida de su pueblo. Esta lección de ecología
constituye el más bello mensaje sobre la naturaleza jamás escrito. (fragmento)
Haría falta
que enseñaseis a vuestros hijos que el suelo que pisan son las cenizas de los
abuelos. Respetarán la tierra si les deciís que está llena de vida de los
antepasados. Hace falta que vuestros hijos lo sepan, igual que los nuestros,
que la tierra es la madre de todos nosotros. Que cualquier estrago causado a la
tierra lo sufren sus hijos. El hombre que escupe a tierra, a sí mismo se está
escupiendo.
De una cosa estamos seguros: la tierra no pertenece al hombre; es el hombre el
que pertenece a la tierra. El hombre no ha tejido la red que es la vida, sólo
es un hijo. El sufrimiento de la tierra se convierte a la fuerza en sufrimiento
para sus hijos. Estamos seguros de esto. Todas las cosas están ligadas como la
sangre de una misma familia.
Hasta el hombre de piel blanca, que tiene amistad con Dios y se pasea y le
habla, no puede evitar este destino nuestro común. Tal vez sea cierto que somos
hermanos. Ya lo veremos. Sabemos una cosa que tal vez descubriréis vosotros más
adelante: que nuestro Dios es el mismo que el vuestro. Os pensáis que tal vez
tenéis poder por encima de Él y al mismo tiempo lo queréis tener sobre todas
las tierras, pero no lo podéis tener. El Dios de todos los hombres se compadece
igual de los de piel blanca que de los de piel roja. Esta tierra es apreciada
por su creador y estropearla sería una grave afrenta. Los hombres de piel
blanca también sucumbirán y tal vez antes que el resto de tribus. Si ensuciáis
vuestra cama, cualquier noche moriréis sofocados por vuestros propios delitos.
Pero veréis la luz cuando llegue la hora final y comprenderéis que Dios os
condujo a estas tierras y os permitió su dominio y la dominación del hombre de
piel roja con algún propósito especial. Este destino es en verdad un misterio,
porque no podemos comprender que pasará cuando los búfalos se hayan extinguido;
cuando los caballos hayan perdido su libertad; cuando no quede ningún rincón
del bosque sin el olor del hombre y cuando por encima de las verdes colinas
nuestra mirada encuentre por todas partes las telarañas de hilos de hierro que
llevan vuestra voz. ¿Dónde está el bosque espeso? Desapareció. ¿Dónde
está el águila? Desapareció. ¡Así se acaba la vida y empezamos a
sobrevivir!
- Encuentra
en el texto todas las palabras invariables y clasifícalas en adverbios,
preposiciones, conjunciones, interjecciones y locuciones.
- Nombra
las características del Romanticismo.
- Nombra
las obras de los siguientes autores: Rosalía de Castro, Bécquer,
Espronceda, Duque de Rivas y José Zorrilla.
- Escribe las tildes que faltan:
El es un gran chico; el sabe lo que hace; el es mi amigo.
Yo tengo mi libro; el tiene el suyo.
El primer premio y el segundo son poco para el.
Tu recibiras tu parte como los demas.
Tu no tienes miedo, tu eres un valiente; tu eres un ganador.
Tu sabes bien lo que yo aprecio a tu padre y a tu madre.
A mi me gusto mucho tu regalo
Todo lo que gano es
para mi y para mi familia.
Se que se han escapado, pero no se por donde.
"Solo se que no se nada", dijo Socrates.
Si tu no lo paras, se lo llevara todo para si.
No se de quien es, pero no se lo de a nadie.
De mucho, de poco, siempre da algo.
De este reloj solo se que es de mi padre.
El te que te estoy preparando es un te estupendo.
Si no te esfuerzas te quedaras rezagado.
Tuvieron sus mas y sus menos, mas luego terminaron amigos.
Te diría mas cosas, mas no puedo hacerlo.
A mas triunfos, mas y mas felicitaciones.
Solo pido a Dios que no me quede solo.
Lo que mas me gusto fue aquel solo de acordeon.
Solo tu puedes conseguir esa meta.
Aun no se habían sentado algunos, cuando llego el primer gol.
5. Realiza el análisis métrico y encuentra las figuras retóricas del siguiente poema:
A Bil Drate
En la plenitud de mis pasos, ahora,
es dadivoso el camino conmigo.
Ahora, que he comprendido algunas cosas,
ahora, que se han cruzado nuestros hilos.
¿Quién te puso aquí cargado de flores?
¿Cómo sabes ver, cómo miras la vida
tatuando la luz en los colores?
¡Es tan linda la mirada que respiras!
¿Por qué tus ojos guardan la pureza?
Transparente y verdadero te regalas.
Eres luz que me colma de belleza,
alma que a mi alma la engalana.
Bel Tadir