Cuando eres capaz de apreciar la poesía del mundo y te atraviesa ese relámpago sagrado, que te transporta... eres afortunado, porque la poesía juega en todos los rincones.
Y hay mucha en los libros.
Entusiasmarse: llenarse de Zeus, de lo sacro.
Y es la riqueza más grande y más hermosa, y que podéis conservar desde la infancia hasta la vejez, sin que nadie pueda robárosla.