La diferencia real entre el día en el que te sientes capaz,
Y es en el que te crees que ya no puedes más,
Está en cómo te sientes, no está en tu capacidad,
Esa la tienes, y se mantiene exactamente igual,
Dudaron de mí y dudé de mí,
Porque creí que ellos sabían cosas que yo no sabía,
Hasta que vi, que no tenían ni idea sobre mí,
Que al frente no se abría un camino si no mil,
Y sonreí porque entendí que ahí
Delante no había felicidad esperándome,
Tenía que ser yo quién la llevase,
Desde aquí, desde ahora desde este mismo instante,
Y olvidarme que mi autoestima dependa de nadie.
Prefiero gustarme a gustarte, sienta bien decirlo,
Pero creerlo de verdad es aún más grande,
No sabes lo que vales, hasta que llegan los baches,
Aprende de los planes que no salen,
Un nuevo yo despierta, un nuevo yo mejor de lo que era,
Y con más fuerza,
Un nuevo yo que acepta que hay metas que le superan,
Pero que ante el problema no se rinde, se reinventa,
No se rinde aunque así le apetezca, aunque dude y parezca,
Que no merece la pena, porque la paz no la regalan se pelea,
Contra los que están fuera, contra tu propia conciencia,
Contra limitaciones y carencias autoimpuestas.