Estas palabras de Flaubert demuestran la magia de la literatura. Todos podemos ser Emma. Y aprender de ella, igual que podemos ser cualquier personaje de cualquier historia.
En la literatura los casos ajenos los hacemos nuestros. Realmente son los nuestros.
Quien descubre esa magia es lector irremediablemente.
¿Quién puede vivir sin soñar?
lunes, 19 de abril de 2010
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