El sol regresará mañana a iluminarnos, la primavera renacerá, los átomos se volverán a enlazar de nuevo...
Lo que no puede ser nombrado tampoco puede existir, en cambio sí puede nombrarse lo que no existe.
jueves, 17 de marzo de 2011
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¿Te gustaría nombrar algo que no está todavía nombrado y sin embargo existe? Se ha resistido a todos los nombres hasta ahora, y yo te lo ofrezco a tí, aunque ya te pertenece...
ResponderEliminarsi, me gustaria
EliminarVa, te lo regalo:
ResponderEliminarHay un tetragrammaton en el corazón nuestro. Como es arriba es abajo, ya ves. Son los zaguanes de las cuatro estancias del corazón: tricúspide, aórtica, mitral y pulmonar (Y-H-W-H son sus formas, claro que interpretadas con mucha libertad)... Son también el tetragrama que compone esos sonidos característicos que conocemos -dumdum, luvluv, tamtam... no depende tanto del corazón como de quién lo escucha- y creo yo que es la forma más íntima en que rima la vida que vivimos. Pues bien: existe un tiempo (también podría decirte un lugar) que dista un silencio entre dos latidos, entre la diástole y la sístole, y en el que las cuatro puertas viven una condición en la que no están abiertas ni cerradas, infinitésimamente silenciosa, en perfecto mutismo, en absoluta calma... Es la quinta línea de un pentagrama donde el milagroso momento de la vida es música.
Allí no se alberga niguna duda, no cabe ningún credo, y no hay visión ni ceguera. Es también el momento final de un aleteo justo antes del siguiente donde no hay gravedad ni vuelo, el punto exacto en que los ojos parpadean, y la ola rota confundiéndose con la arena. Ése es el instante posterior a lo que es y anterior a lo que es, o quizás el horizonte entre lo que ya fué y será.
Ése lugar, ése, verdadero presente y valedor de un tiempo eterno, el corazón del corazón si quieres, o llámalo "ache" (¿o era "hache"? nunca me acuerdo)...te lo ofrezco para que lo nombres... y como ya es tuyo, puedes hacerlo en secreto.
Verdaderamente hermoso.
ResponderEliminarAgradecida...
Feliz día!!!
¿O lo que no existe dentro de una lógica metódico-cartesiana, pero sí dentro de otros latidos, o de ese instante entre...?
ResponderEliminarTendemos a medirlo todo con los parámetros conocidos. Y eso nos hace olvidar que la magia o la casualidad no son tales, sino que siguen unas fórmulas que aún no han sido escritas, porque se componen de emociones, que son abstractas.
ResponderEliminarTodavía no hemos aprendido a medirlo todo...
Tu texto es una maravilla.
Muchas gracias!