Como gasto papeles recordándote
como me haces hablar en el silencio
como no te me quitas de las ganas
aunque nadie me ve nunca contigo
y como pasa el tiempo que de pronto son años
sin pasar tú por mi, detenida
Te doy una canción
si abro una puerta
y de las sombras sales tú,
te doy una canción de madrugada
cuando más quiero tu luz,
te doy una canción
cuando apareces
el misterio del amor
y si no lo apareces
no me importa
yo te doy una canción.
Si miro un poco afuera me detengo
la ciudad se derrumba
y yo cantando
la gente que me odia y que me quiere
no me va ha perdonar
que me distraiga,
creen que lo digo todo
que me juego la vida
porque no te conocen
ni te sienten.
Te doy una canción y hago un discurso
sobre mi derecho a hablar,
te doy una canción
con mis dos manos
con las mismas de matar,
te doy una canción
y digo patria
y sigo hablando para ti,
te doy una canción
como un disparo
como un libro
una palabra
una guerrilla...
como doy el amor.
SILVIO RODRIGUEZ
como me haces hablar en el silencio
como no te me quitas de las ganas
aunque nadie me ve nunca contigo
y como pasa el tiempo que de pronto son años
sin pasar tú por mi, detenida
Te doy una canción
si abro una puerta
y de las sombras sales tú,
te doy una canción de madrugada
cuando más quiero tu luz,
te doy una canción
cuando apareces
el misterio del amor
y si no lo apareces
no me importa
yo te doy una canción.
Si miro un poco afuera me detengo
la ciudad se derrumba
y yo cantando
la gente que me odia y que me quiere
no me va ha perdonar
que me distraiga,
creen que lo digo todo
que me juego la vida
porque no te conocen
ni te sienten.
Te doy una canción y hago un discurso
sobre mi derecho a hablar,
te doy una canción
con mis dos manos
con las mismas de matar,
te doy una canción
y digo patria
y sigo hablando para ti,
te doy una canción
como un disparo
como un libro
una palabra
una guerrilla...
como doy el amor.
SILVIO RODRIGUEZ
Hoy llamaron a mi puerta dos… ¿cómo decirlo? Inesperadas visitas. Allí estaban, cogidas de la mano y sujetando un cartel entre ellas que decía: cuidado con las uvulares, pueden sorprender. –No hay para tanto, y pueden pasar- dije prestando mucha atención a sus vestidos. Eran alveolares, sin lugar a dudas, las reconocería en cualquier parte. En el vuelo de una libélula, por ejemplo, he contado hasta tres (dos de ellas aproximantes laterales). Uf, en cuestión de consonantes no se me escapa una, y esos ropajes ligeros, luminosos y líquidos, repito: no hay duda posible. Me dijeron que si podían sentarse, y cómo no, les dije que prefería tenerlas de pie, porque iba a demostrarles el porqué de mi afirmación anterior. Así que comencé a bailar. Al principio un simple taconeo despertó un bigardo no-sé-qué en mí y surgió un claqué vistoso pero sin ambiciones, algunos dirían que porque soy un solipsista. Pero la danza empezó a volverse pícara e intimista, y una galante chacarera tomó forma en la habitación. Ahí estaba yo, dejando claro que una uvular es una digna compañía. Q-q’, Q-q’, Q-q’… Y al terminar, les pedí que se sentaran.
ResponderEliminarCreí que se habrían ofendido por defender mis ideales con tanta energía, pero estaban emocionadas. –Les pido que lo entiendan-, añadí –consonantar puede que sea toda mi vida; no soy poeta, creo, pero nunca se sabe y a lo mejor sí…- Y les guiñé un ojo, sonriendo. Les serví entonces un té riquísimo que había inventado para un verso. Lo bebimos despacio, saboreando toda la carga aromática de este pronombre que puede descubrir u ocultar, amar u odiar, y tantas otras cosas pero siempre de una forma directa e inconfundible, es decir: personal. Fue entonces que me hablaron de ti.
Les escuché atentamente, poniendo toda mi concentración en sumar fricativas y vibrantes a mis preguntas y respuestas, para que esos énfasis insistentes hablaran con claridad por mí. De pronto, algo ocurrió. Las alveolares sí que me dieron una buena sorpresa. No pusieron los ojos en blanco ni nada de éso, pero se cogieron nuevamente de las manos y abrieron una primera vocal allí mismo, y me dijeron que inspirara todo el aire que me toca. La emprendieron a enlazarse suavemente en mi boca mientras me llenaba de voz. Aunque todavía no sé cómo, después de su segunda consonancia pronuncié un sonido sólo con sonreír… Entonces entendí muchas cosas, porque sólo escapa aire por la boca, y no por la nariz, es decir, se queda perfectamente en su sitio. Te lo tenía que contar. Y así quedo yo: jugando con todo el aire que puedo a devolverlo riendo igual que un niño.
http://www.youtube.com/watch?v=Us-TVg40ExM&feature=related
ResponderEliminarYo también te doy una canción ...en un mundo ;)
UAAAAUUU!!! Qué baile de consonantes y vocales, qué bien expulsado ese aire, y qué bien suena esa risa!
ResponderEliminarLA LIBÉLULA VAGA DE UNA VAGA ILUSIÓN.
Este fin de semana estuve en la puerta de El perro azul.
Pocas cosas me han sorprendido tanto en mi vida, como que alguien me recitara la Sonatina de memoria y homenajeara su final!!!
Hay recuerdos que valen un mundo... :)
Definitivamente también soy cronopio (gracias otra vez por Cortázar y por el arcoiris de hoy)
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=2RdJmqLrsbo&feature=related
:D