El humano se pierde en el mundo de hoy
olvida mirar lo que le rodea
lo arrastra sin esfuerzo la marea
y no se detiene a pensar "quién soy".
Anda con prisa, (voy, que vengo, que voy),
no se detiene, (la vida no espera),
a distinguir verbo de verborrea,
a escuchar la voz que con amor le doy.
Y son penas y es ceguera esta prisa.
"La prisa mata", me lo dijo el exceso.
Detente a rellenar la piel de risa,
detente a aprehender a vivir a besos,
busca la libertad de sentir. Brilla.
Hombre que no se detiene, hombre preso.
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