El trebejo camina esperanzado
tantas veces como la mano quiera,
busca la victoria, va a la quimera
pero es el juego el que lo hace sagrado.
En oscuridad la luz ha mudado,
y al poco domina la luz certera,
infinita la trama se genera,
paso a paso surge el tramo trazado.
Tejido y reflejado surge el sueño,
plantamos cada día la simiente
y fluimos en la eterna y viva fuente
de lo que hemos dado, de lo pequeño.
Dar y reír. Hoy alcanzo una certeza:
Quien lleno camina, ofrece belleza.
Hermosa conclusión, gracias por el poema, Laly.
ResponderEliminarSiempre me sacas una sonrisa! :)
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