por supuesto
usted sonríe
y no importa lo linda
o lo fea
lo vieja
o lo joven
lo mucho
o lo poco
que usted realmente
sea sonríe
cual si fuese
una revelación
y su sonrisa anula
todas las anteriores
caducan al instante
sus rostros como máscaras
sus ojos duros
frágiles
como espejos en óvalo
su boca de morder
su mentón de capricho
sus pómulos fragantes
sus párpados
su miedo
sonríe
y usted nace
asume el mundo
mira
sin mirar
indefensa
desnuda
transparente
y a lo mejor
si la sonrisa viene
de muy
de muy adentro
usted puede llorar
sencillamente
sin desgarrarse
sin deseperarse
sin convocar la muerte
ni sentirse vacía
llorar
sólo llorar
entonces su sonrisa
si todavia existe
se vuelve un arco iris.
Precioso y preciso. Don Mario tiene un punto fuerte al narrar lo femenino con devoción, con admiración y gratitud, con adoración, y sin caer nunca en la ñoñería ni en el tópico, aunque los use. Me encanta cuando lo viertes a través de ti, Lalybelulilla, y pasa por tus manos y vuelve al mundo, es un redescubrirle. Un abrazo!
ResponderEliminar:)
ResponderEliminarGracias lindo!
Ves, ya se me volvió loco el cacharro.
ResponderEliminarMe gustan estan máquinas porque me permiten el contacto con quien está lejos espacialmente, como tú, pero son trastos que me marean cuando quieren.
Besico.